Parque Nacional Aniana Vargas, fue creado mediante el Decreto No. 571 del 7 de agosto de 2009 para
brindarle protección a uno de los sitios aborígenes con mayor diversidad de manifestaciones
culturales amerindias y que conservan la esencia del comportamiento, la
conducta y la forma de relacionarse con la naturaleza, que tenían estos
asentamientos tainos que se ubicaban en los complejos cársticos del pie de
monte de la Sierra de Yamasá y los linderos meridionales de la gran llanura del
Valle del Cibao Oriental.
Este parque nacional también brinda protección a las masas forestales
siempre verdes, la topografía y el relieve accidentado del entorno de la Presa
de Hatillo, su vaso y cayos internos, entre otros valores naturales que serán
aprovechados de acuerdo a su potencial para brindar servicios ambientales,
ecoturístico y educativos.
El nombre de esta reserva es un tributo a Aniana Vargas, una activista
anti-Trujillista del "movimiento 14
de junio" y una activa defensora del medio ambiente y los agricultores
"campesinos fallecida en el año 2002.
El Parque Nacional Aniana Vargas es un área protegida de 118,6 km² que
ha sido creada para proteger y conservar una de las zonas con más alta
concentración de sitios con arte rupestre reportados en el Caribe. Unido a su
interés como un lugar cargado de importantes recursos culturales de arte
rupestre, el área presenta una interesante biodiversidad que se desarrolla
dentro del ecosistema de bosque tropical húmedo. Sus montes están jalonados por
innumerables cavernas en zonas de bosques primarios, aun conservados en
perfecto estado. Sin duda se ha creado uno de los más interesantes parques
nacionales del Caribe donde ya se han documentado 21 cuevas y abrigos que
contienen nada menos que 435 petroglifos y 711 pinturas prehispánicas.
La declaración del área protegida Parque Nacional Aniana Vargas tiene
como motivación la protección y conservación de una de las zonas con más alta
concentración de sitios con arte rupestre reportados en el Caribe. Unido a su
interés como un lugar cargado de importantes recursos culturales de arte
rupestre, el área presenta una interesante biodiversidad que se desarrolla
dentro de ecosistemas de bosque primario, aun conservados en perfecto estado.
De la misma manera se protege el reservorio de agua dulce más importante del
Caribe después del lago Enriquillo y toda la zona aledaña al mismo: la presa de
Hatillo.
Geología
Las lomas que constituyen el área protegida propuesta están formadas por
calizas duras del Cretácico Superior, fuertemente alteradas debido a los
procesos cársticos. Es precisamente el activo carst de la zona el que ha
generado una extraordinaria abundancia de cavernas y simas que en ocasiones
fueron utilizadas por los aborígenes para plasmar sus pinturas, bajorrelieves y
petroglifos. Las lomas se elevan sobre el lecho aluvial en muchos de los valles
y están circundadas en ocasiones por corrientes de agua.
Hidrología
La loma de Sierra Prieta está delimitada por el arroyo Botao al Este y
el río Piedra al Sur. Al pie de la zona de Comedero Arriba se encuentra la
confluencia de los ríos Piedra y Cuaya. En los montes de la zona de Caballero
nacen multitud de arroyos, como el Guardarraya, el Pancho, el Jaguey y el río
Cabirma. La zona de la presa de Hatillo embalsa las aguas del río Yuan. En la
zona de Hernando Alonzo encontramos los arroyos La Cana y Los Charcos.
Pluviometría
La pluviometría media anual es de 1.766.6 mm., registrándose su valor
máximo durante el mes de mayo con 227.4 mm, y el mínimo el mes de enero con
88.2 mm. La ocurrencia de lluvia tiene lugar todo el año, sin que se definan
estaciones lluviosas y estaciones secas, ni meses que puedan considerarse como
especialmente secos. Sin embargo, en algunos meses caen cantidades de lluvia
considerablemente superiores, definiéndose en este caso dos periodos, uno
lluvioso y otro relativamente seco. El lluvioso se da desde el mes de abril
hasta diciembre; después se presenta un periodo relativamente seco, comprendido
entre los meses de enero a marzo. El promedio de número de días de lluvia al
año es de 142.8. Los datos meteorológicos indican un balance hídrico positivo
durante casi todos los meses del año, con un exceso de agua que abarca los meses
de mayo a diciembre.
Temperatura
Las temperaturas registradas son poco variables, la temperatura media
mensual es de 26.2°C., la máxima normal es de 31.8°C., y la mínima normal es de
20.7°C. La diferencia entre el mes más caliente y el mes más frío es de
14.8°C., siendo septiembre el mes más caliente con 33.3°C. y enero el mes más
frío con 18.5°C. La evaporación arroja un valor medio anual de 1.651.1 mm. Los
valores máximos de ETP son de 162 mm., durante el mes de julio y la mínima de
80 mm., durante el mes de enero.
Zonas de vida
El área protegida mantiene unas características ecológicas uniformes que
corresponden al bosque húmedo subtropical, sin estación invernal bien definida.
El lago creado por la presa de Hatillo constituye un extenso humedal de 50 km2
de superficie cuando alcanza su máximo nivel y una cuenca de captación de 1.192
km2. Los terrenos situados en los valles han sido en su mayor parte
antropizados y en ellos alternan los pastizales con cultivos típicos de la
región, como piña, guineo, yuca etc. En los ríos se mantienen algunas zonas de
bosque ribereño y de galería. Los pies de monte albergan extensos bosques de
cacao.
Flora
La vegetación del parque es típica de bosques húmedos subtropicales,
pero con aspectos xeromorfos debido al tipo de sustrato que es, básicamente, de
roca caliza y, por tanto, con mucha percolación.
Los árboles más abundantes son: el Almácigo (Bursera simaruba),
Yagrumo (Cecropia schreberiana), Jabilla criolla (Hura crepitans),
Cigua blanca (Oceta coricea) y la Bayahonda (Prosopis juliflora).
Fauna
Su fauna es muy diversa. Predominan una amplia variedad de aves, entre
las que podemos citar: el Pájaro bobo (Coccyzus longirostris), Cuatro
ojos (Phaenicophilus palmarum), Cigua palmera (Dulus dominicus), Cigua
común (Coereba flaveola), Zumbador grande (Anthracothorax dominicus),
Zumbadorcito (Mellisuga minima), Carpintero (Melanerpes striatus),
Ruiseñor (Mimus polyglottos), Barrancoli (Todus subulatus), Petigre (Tyrannus
dominicensis), Manuelito (Myiarchus stolidus), y Cuyaya (Falco
sparverius).
También encontramos anfibios de las siguientes especies: Rana arborícola
verde (Hypsiboas heilprini), Ranita reidora o saltarina (Osteopilus
dominicensis), Rana arborícola gigante (Eleutherodactylus inoptatus)
y Calcalí (Eleutherodactylus obbotti).
Recursos culturales
Los recursos culturales presentes en el área se centran fundamentalmente
en el arte rupestre y los restos arqueológicos presentes en las cuevas y
abrigos. Hasta el momento no se ha podido documentar la ubicación exacta de
poblados prehispánicos en la zona, aunque sabemos que los hay, tanto por los
sitios de arte rupestre como por multitud de piezas indígenas halladas
dispersas en muchos campos del área protegida y su entorno. Solamente se han
identificado restos arqueológicos “in situ” en las cavernas de la zona. Por
ello nos limitaremos a realizar un listado de los sitios con arte rupestre de
las 20 cuevas o guacaras con arte rupestre que constituyen el objeto de
protección más importante del área protegida, debido a su abundancia y
singularidad.
El Parque Nacional Aniana Vargas engloba una cantidad espectacular de
cavernas con arte rupestre, pero además se encuentran representados diferentes
estilos de pintura, grabado y escultura que difícilmente pueden encontrarse en
tan reducida área en ningún lugar del Caribe. De la misma manera algunos de los
sitios cuentan con cantidades enormes de pictografías o petroglifos, siendo la
cueva de Hoyo de Sanabe la que, con sus cerca de trescientas pinturas, se
presenta como uno de los sitios con arte rupestre más importantes del Caribe.
Recursos naturales
Los recursos naturales del área protegida propuesta corren parejos a su
importancia cultural. Podemos resaltar el interés paisajístico del haiti de
Sierra Prieta y el impresionante lapiaz jalonado de enormes simas que se
desarrolla en su zona más alta. Así mismo la exhuberancia de la naturaleza que
encierra: un bosque húmedo tropical intacto con toda su fauna asociada, hace
merecedor a esta formación caliza de la categoría de manejo que se le ha
concedido como área protegida.
A pesar de que el área actualmente está bien conservada, se encuentra
amenazada debido principalmente a las actividades humanas. Entre estas amenazas
están la extensión y avance de la frontera agrícola, principalmente las
plantaciones de cacao y yautía y la proliferación de conucos y potreros.
También se habían concedido de manera irresponsable algunas concesiones mineras
que afectan a las zonas de cavernas y a los bosques primarios del área. Algunas
de las cavernas han sufrido deterioros debido a la extracción de murcielaguina
para ser utilizada como abono y a la presencia en las cuevas de personas
ignorantes del valor del arte rupestre que contienen. La situación en que se
encuentra esta zona mejorará considerablemente como consecuencia de las medidas
que garantizarán la conservación en el largo plazo de los sitios rupestres, al
haber dotado a la zona con la Categoría de Manejo II: Parque Nacional.
Ver Album Fotografico click
Aqui.