Parque
Nacional Francisco Alberto Caamaño Deñó, fue creado con el
propósito de conservar la única porción de la Cordillera Central
que toca el Mar Caribe, donde se concentra una biodiversidad altamente especializada,
con gradientes latitudinales que se conjugan con las vistas grandilocuentes de la Bahía de Ocoa y Playa
Caracoles, hermosos escenarios y enclaves históricos y ecoturístico de la Provincia de Azua de
Compostela, los cuales se suman a los múltiples eventos de la prehistoria
taina, como la plaza ceremonial indígena de Las Charcas de Río Grande, las
ruinas coloniales del Ingenio Cepi-Cepi y, en tiempos más cercanos, la Batalla de El Número,
todos con un alto valor educativo, científico y recreativo.
Se dispone que esta
unidad de conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas sea estudiada
minuciosamente para desarrollar sus potencialidades en el campo de la cultura,
la historia y su biodiversidad, con miras a habilitar aquellos espacios que reúnen
las mejores condiciones para destinarse al uso público, al desarrollo del
ecoturismo y la investigación científica entre otras actividades compatibles
con su categoría de manejo y la vocación primaria de sus recursos.
Los primeros esfuerzos
institucionales para conservar lo que es hoy el parque Nacional Francisco
Alberto Caamaño Deñó, tuvieron lugar en el año 2004, con su declaratoria como
Reserva Forestal Hatillo. Luego, en el año 2009 se ampliaron los límites y se
declaró el área como parque nacional. El área contiene dos (2) grandes
ambientes naturales siendo el primero una gran extensión de bosque seco y el segundo una porción marina
correspondiente a la bahía de Ocoa.
Descripción
General
El territorio de este parque ocupa una extensión
total de 585.76 km2, de los
cuales 289.73 km2 corresponden a la zona terrestre y 296 km2 a
la parte marina encierra importantes escenario y enclaves pre posthistóricos de
la provincia de Azua, incluyendo la plaza ceremonial indígena de Las Charcas,
las ruinas coloniales del Ingenio Cepi-Cepi (o Cepe cepín) del siglo XVI, el
lugar de la Batalla
de El Número (1847) de la lucha independentista y el canal de riego construido
por Horacio Vásquez entre Estebanía y Las Charcas en 1924
Las Ruinas del Ingenio Cepi-Cepi y su entorno
atestiguan la importancia de este sitio en la colonia temprana, tal como
describe Juan López Velasco
Además de la estructuras del propio ingenio
Cepi-Cepi, están las ruinas de los mecanismos de transporte y embarque de las
panelas de la azúcar, así como las acequias que traían agua de los manantiales
de la zona
El nombre de este Parque
Nacional hace honor al militar y revolucionario dominicano que se destacó por
dirigir la lucha por la vuelta del presidente Bosch, en 1963, y luego contra la
ocupación militar norteamericana de 1965. Francisco
Alberto Caamaño Deñó, junto a ocho hombres, desembarcó en una de las playas
que incluye el parque, Playa Caracoles, con la intención de iniciar un frente
guerrillero opuesto al gobierno del entonces presidente Joaquín Balaguer.
Vegetación
En cuanto a la vegetación, en este parque existe
un gran número de plantas nativas y endémicas propias del bosque seco,
guayacán, almácigo, palo del Brasil, cabrita, frijolito, palo blanco, guano,
pino de teta, aceituno, higo cimarrón, escobón, canelilla, palo de peje,
nisperillo, cayuco, mora, vera, cigua, blanca, muñeco, guaconejo, alpargata y
quiebra hecha.
Parque Francis Caamaño – Ruta de Caamaño:
Parque de gran interés
histórico y natural. Al llegar al parque, te encontrarás con una belleza
agreste compuesta por imponentes cactus y un bosque de Bayahondas; pero a
medida que vas ascendiendo la montaña, el paisaje hace una transición
inimaginable a un bosque húmedo cuyo verde intenso contrasta con la maravillosa
vista del profundo azul de la
Bahía de Ocoa.
Fuente: Legado de
Vida-Parque Nacionales de la República Dominicana
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